Identidades fragmentadas.

La lucha en contra de la violación de derechos hacia la población LGBTI de Medellín.

Hablar de la población LGBTI en Medellín, es hablar de un concepto histórico marcado en un inicio por la colonización española de América, que instauró dentro del continente, representaciones occidentales de género y sexualidad basadas en ideologías religiosas que estigmatizaron la diversidad sexual. Esta cronología da evidencia de que lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros e intersexuales, en el caso de la ciudad de Medellín, han sido víctimas directas en casos de invisibilizarían, exclusión y diferentes tipos de violencia no solo provenientes de la sociedad civil, sino también por parte del mismo Estado. Es por esto que, el reconocimiento a la diversidad sexual y de género (ejercicio opacado por las razones mencionadas con anterioridad) se ha instaurado dentro de un código penal que, fundamentando dentro de la Administración Municipal, ha logrado crear redes de apoyo tanto psicológicos como legales para defender, priorizar y conservar los derechos de esta población.

A pesar de que en el 2019 más de 15.000 personas a nivel nacional asistieron a la marcha del orgullo gay organizada anualmente, Colombia Diversa informó en el censo: ‘’entre el miedo y la resistencia’’ otorgado por Harley Córdoba, presidente del Consejo Consultivo de Medellín, que en el año 2016 el país registró 108 casos de homicidios a individuos pertenecientes a esta población, de los cuales se estima que el 29% se presentaron en el departamento de Antioquia. Ante esta problemática, diversos grupos y activistas consolidaron ante el Consejo de Medellín la aprobación del Acuerdo 08 del 2011, con el cual se argumenta que desde la norma y desde la voluntad, esta población no podrá seguir siendo violentada. Sin embargo, se siguen evidenciando en Medellín nuevas formas de violencia, haciendo que el panorama igualitario y diverso de la capital antioqueña se continúe fragmentando y estigmatizando esta población desde el desconocimiento. Para ello, el Consejo de Medellín articuló dentro de sus estrategias, la creación del Consejo Consultivo y también del Centro para la Diversidad Sexual e Identidad de Género, espacios en los cuales se ofrecen asesorías jurídicas y psicológicas no solo a personas LGBTI, sino también a sus familiares. En este orden de ideas, Medellín enfrenta actualmente un caso fuerte de violencia simbólica, que reprime a esta población para no mostrarse e integrarse dentro de la sociedad, que dejan al descubierto nuevas ideas de violencia que atentan de forma directa contra la seguridad de esta población.

En el año 2016 el país registró 108 casos de homicidios a individuos pertenecientes a esta población, de los cuales se estima que el 29% se presentaron en el departamento de Antioquia

Uno de los agravantes de esta problemática de violencia simbólica dentro de la población LGBTI en Medellín, tiene que ver con el reconocimiento de población y no de comunidad, pues esta diferenciación de términos hace que los recursos financieros que se destinan desde la Alcaldía sean repartidos en las llamadas ‘’poblaciones minoritarias’’ (Afros, indígenas, LGBTI, víctimas de conflicto entre otros). Juan Carlos Mesa, representante LGBTI del Consejo de Planeación en el corregimiento de San Antonio de Prado, argumenta que: ‘’Uno de los problemas más fuertes y notorios es el sostenimiento como Secretaría. Pues la Alcaldía, articula a la Secretaría de Población LGBTI con las demás secretarías de los supuestos grupos minoritarios, por lo tanto, los recursos económicos son destinados para que todos estos grupos se re repartan el dinero, haciendo más difícil el desarrollo de nuestra movilización, creen que somos una pandemia o una minoría’’.

Preservar la cultura y conservación social de la población LGBTI no es solo un acto que vaya desde las Secretarías o desde los representantes legales, es una labor de nosotros como ciudadanos

Preservar la cultura y conservación social de la población LGBTI no es solo un acto que vaya desde las Secretarías o desde los representantes legales, es una labor de nosotros como ciudadanos, como expresa Ana María Bustamante, es la escucha la mejor alternativa para brindar este acompañamiento que muchas de las personas, involucradas dentro de esta población, necesita diariamente. De esta forma, rescatamos los procesos simbólicos y artísticos de esta población, especialmente de la escena Drag en la ciudad Medellín. Para el siglo XVIII en Reino Unido, surgió el término de “Drag Queen” que abreviaba la expresión “Dressed ass Girl” refiriéndose a las personas que, para la época, actuaban como interpretes andróginos que dentro de su arte se burlaban de los status de género impuestos por la sociedad. Así, la escena Drag optó por ocupar espacios sociales que impactaran e incidieran en la cultura antropológica de la colectividad, hasta el punto de generar espacios democráticos y educativos en donde distintos líderes de la población LGBTIQ+ generan elementos educomunicativos que reconocen su lucha política para el debido reconocimiento de su arte y derechos. Por esta razón, el corregimiento de San Antonio de Prado invita a sus ciudadanos a participar del “Them Party Diverse“, espacio creado desde la Alcaldía de Medellín para responder a la pregunta: ¿mi cuerpo es diferente a mi expresión de género? Este espacio estará liderado por Valeria Valencia, José González y Génesis Vélez, y tendrá cita el próximo viernes 24 de Junio en el arque principal del corregimiento. Anímate, y haz parte de la #RevoluciónDelAmor creando conocimiento en tu comunidad.

 

 

Autor: Wilder Cano Rojas

Estudiante de Comunicación Social.

Universidad Luis Amigó